martes, 8 de noviembre de 2011

Primer concierto con niños: ¿Cuándo ir por primera vez?

Un plan que se puede hacer para probar “el aguante” de un crío en un concierto, es ir a la Fundación Juan March, calle Castelló número 77. Metro Núñez de Balboa.
Los sábados y los domingos se celebran conciertos muy interesantes en el piso de abajo, donde hay dos salas. En una de ellas, están los músicos tocando. En la sala contigua proyectan en una pantalla lo que se está interpretando. El programa de los sábados y domingos se puede consultar en la fantástica web de la Fundación Juan March. http://www.march.es/musica/ . Veréis también otras cosas interesantes, como conciertos los miércoles, los lunes... Pero yo creo que son en horario “adulto”.
Una manera de probar si nuestro hijo es capaz de aguantar en un concierto, consiste en aplicar este sistema de tres pasos: 
Primer paso: llevar al crío a la cafetería (donde hay pantallas que proyectan el concierto). Los sábados por la mañana la cafetería está abierta, y allí se puede tomar un desayuno a la vez que se ve el concierto. Se puede hablar bajito, e ir destacando al crío algún aspecto interesante del concierto: qué instrumentos tocan, con qué hacen que suene el instrumento, cómo suena la música, aguda o grave, alta o baja....

Segundo paso: llevar al crío a la sala contigua a la que están los músicos, donde hay una pantalla gigante. Allí hay un poco de movimiento de gente; hay algunos que entran más tarde, a veces se asoma el guarda de seguridad e incluso le puede sonar el walkie... De esta manera, no nos agobiamos tanto si el crío se mueve, se levanta del asiento, o si habla (bajito, por favor). Los conciertos suelen durar una hora solamente, así que el primer día podemos probar un poquito, luego media hora, la siguiente vez un algo más, y cuando veamos que prestan atención (o piensan en las musarañas, pero están tranquilos), entonces ya se puede probar a pasar a la siguiente fase.
Tercer paso: escuchamos el concierto en la sala donde están los músicos, ya como cualquier otro espectador. Si creemos que nuestro crío se va a poner a hablar en el concierto, siempre podemos preguntar a los de seguridad, que son muy amables, si se puede hablar, levantarse del asiento o bailar en la sala. Ellos nos dirán que no, claro. Si le preguntamos a nuestro hijo si lo ha entendido bien antes de entrar, no van a hacer falta ni amenazas para que se porte bien. Eso sí, se pueden dar premios si lo consigue!.
Nosotros hemos ido con nuestras hijas desde que tenían un año (a la sala de proyección), y lo han llevado muy bien (eso sí, aumentando poco a poco el tiempo que estábamos atendiendo).
Una última cosa: si pudiéramos “preparar” antes la obra, sería estupendo. Si la conocemos, siempre podemos inventarnos una historia con la música: cada instrumento puede ser un animal diferente, o si tocan más agudo están contentos y si tocan grave enfadados (y les podemos poner caras, pero todo con mímica).... 
Recomendación especial: hay dos conciertos en diciembre, los días 10 y 17, a las 12 horas, que son para niños. En el primero, nos cuentan Formas de bailar la música, con un pianista, un violinista, y un presentador que nos cuenta cómo se ha utilizado la música para acompañar al baile. En el segundo, la Orquesta Iuventas dirigida por Rubén Fernández acompañada por Fernando Palacios como narrador, nos muestra la Historia de la orquesta.
Volveré a hablar de la Fundación Juan March cuando lo sugiera como primer sitio para llevar a un crío a una exposición. Pero eso será otro día.

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