miércoles, 5 de febrero de 2014

Dos libros para padres que buscan ayuda en la educación de sus hijos

Hoy os voy a recomendar dos libros en los que podéis encontrar alguna pista para algunos de las dificultades que nos encontramos en el día a día de la educación de nuestros pequeños. Los dos están muy bien, por supuesto, hay cosas en las que estoy más de acuerdo y otras cosas en las que menos. Como todos estos libros, se deben tomar algunas consejos que nos sirvan.

¿Cuándo y cómo quitar el pañal, el chupete, el biberón, el pecho?. ¿Cómo afrontar rabietas, llevarlos al colegio por primera vez? ¿Cómo ir acompañándolos en el proceso de hacerse cada vez más independientes, y cómo sobrellevarlo nosotros?... Muchas de estas preguntas tienen respuesta en estos dos libros.

Los niños vienen sin manual de instrucciones, de Montserrat Giménez. Este libro ha sido muy anunciado relacionado con el programa Supernanny. Lo que me gusta es que propone pautas para que no sólo sepas que determinadas actitudes se repiten en muchos niños (cosa que es útil para que no creas que tu hijo es "especial"), sino que también te ayuda a poner en práctica nuevas normas o nuevos retos.
Por supuesto, como todos los libros, no todo es aplicable. Cada uno conoce a su hijo mejor, pero me gusta la propuesta de ir con mano izquierda, de no ser tan frontal para todo, de tomarnos nuestro tiempo si queremos que algunas cosas cambien, de ponernos en la piel de nuestros peques antes de establecer una guerra abierta con ellos para que se ponga el gorro, o para poder poner el plástico de lluvia al carrito...



El reto de ser padres, por Joseph Nobel Freud, del que os pasé un enlace a una entrevista en la que hablaba del transtorno por déficit de atención (pinchad aquí para verlo). Este libro está escrito por un psicoanalista infantil, y como tal, no da pautas, sino que te ayuda a que entiendas mejor cómo se puede sentir tu hijo en una u otra situación. Te ayuda a reflexionar. La mala y buena noticia: casi todas las conductas o situaciones complicadas las podemos mejorar, porque la mayoría de las cosas están en nosotros, padres, y no en ellos, hijos.
Lo que no me gusta mucho es que él no es partidario de premios y castigos. Su justificación es muy clara, pero la verdad es que hay veces que yo creo que hay que dar premios, o castigar. Y tampoco creo que el crío se vaya a frustrar de por vida si lo hacemos. Ellos también entienden que estamos educándoles, y que no siempre es fácil.
Algunos capítulos que seguro que os suenan: Mi hijo no me obedece, Mi hijo tiene rabietas, Mi hijo no quiere comer bien, Mi hijo no quiere dormir solo, Mi hijo tiene fobias, Mi hijo va a tener un hermanito.............

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