Este año hemos ido a Furadouro, un pequeño pueblo que está al sur de Oporto, a unos 40 km. de allí. Hemos disfrutado disfrutar de la playa, de los paseos por las dunas protegidas, de las tascas en las que asaban el pescado en unas barbacoas que instalaban en medio de la calle,... Es un pueblo pequeño, pero sus playas son increíbles.
En la urbanización teníamos piscina, pues en el gran Océano Atlántico no te puedes bañar como en Levante, sino que te metes en el agua hasta el tobillo, te llega una ola grande que te moja entero, y eso es casi un baño.
Esta es una imagen de la playa de Furadouro. Las dunas están protegidas; son muy bonitas.
Como a Oporto fuimos en mayo (pinchad aquí para ver la entrada), esta vez hicimos excursiones a otros 4 sitios fantásticos, que os recomiendo:
- Aveiro: lo llaman la Venecia de Portugal, porque tiene canales en los que navegan una especie de góndolas, llamadas Moliceiros. Es una ciudad pequeña, que tiene un tamaño ideal para ir con niños, pues no se cansan viendo demasiadas cosas. Os recomiendo visita al Museo de Arte Novo (Art Nouveau), que tiene muchísimo encanto. A la salida del museo por la parte trasera podéis ver el mercado de pescado, también una preciosidad. El paseo por las calles se hace muy agradable.
El parque de Rossio tiene una explanada, donde en verano instalan todo tipo de puestos de deliciosa comida, con el cochinillo asado llamándote por el olfato, y los deliciosos dulces por la vista. También allí se instalan casetas de artesanos, donde se puede ver cómo se hacen los zapatos, instrumentos de madera, joyas, muñecas... Esto resulta de lo más entretenido para los niños, y muy didáctico.
Para acabar el día, con la luz del atardecer, es muy recomendable dar un paseo en el barquito (Moliceiro) por los canales. Hay una zona de salinas, otra fabril, con un gran edificio que era una antigua fábrica de cerámica preciosa, y toda la ciudad, que tiene mucho encanto. Hay muchos grupos que ofrecen ese paseo en barquito, y entre ellos se hacen competencia. Nosotros fuimos por 5 euros cada adulto y 1 euro por cada niño.
- Coimbra: el paseo por esta preciosa ciudad, por sus calles peatonales, por sus universidades... es delicioso.Os recomiendo comer en un restaurante que hay en el jardín de Manga, que son unas fuentes con una construcción arquitectónica muy original. En ese restaurante se puede comer tanto de autoservicio, cogiendo en bandejas la comida, como a la carta. Y el emplazamiento es muy especial:
- Palacio de Buçaco: no muy lejos de Coimbra se encuentra este lugar donde veraneaban los reyes de Portugal. El complejo consiste en un palacio que ahora es un hotel, un convento, y una enorme extensión de bosque con ermitas, capillas, y zonas donde se ven unas vistas increíbles.
Se puede hacer un picnic en los merenderos que hay, y es muy recomendable, porque el ambiente misterioso de los árboles centenarios merece una contemplación tranquila.
Al recinto se puede entrar pagando por cada coche una entrada de 5 euros. También se puede ir a pie desde el pueblo, pero con niños es demasiado.
- Guimaraes: es un pueblo muy muy bonito, donde nació Portugal. Además de pasear por sus calles, os recomiendo el magnífico Museo Alberto Sampaio, que tiene un tamaño ideal para niños, y por dentro es una preciosidad. En sus dos plantas, se pueden ver cerámicas, tallas, pintura, relicarios y otros objetos religiosos.
Además de esta visita, subir al teleférico es toda una experiencia para los niños. Al acabar el recorrido del teleférico, hay una iglesia con unas vistas estupendas, además de un laberinto, un campo de mini golf... Se puede dar un paseo en trenecito para conocer todas las instalaciones.
Estas son las vistas según vas subiendo por el teleférico. En días despejados se ve hasta el mar.
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