Oporto es una ciudad con mucho encanto. Para ir con niños a
veces es duro subir y bajar tantas cuestas, pero ofrece muchas posibilidades, y
los pequeños pueden pasarlo muy bien. Este puente de mayo hemos estado allí 5 días,
y ha dado mucho de sí la ciudad. Hemos ido en coche, aunque se puede ir en avión y luego coger el metro hasta la ciudad. En coche hemos tardado 5 horas y media.
Oporto tiene tranvía, autobús y metro, además de taxis con
precios más económicos que en España. Para viajar en el metro, que es lo que nosotros hemos usado, la primera vez os cuesta un
poco más caro porque os dan una tarjeta que podéis ir recargando. Estas
tarjetas son personales, por lo que cada uno tendrá que tener la suya, y se
validan antes de montarse en cada tren (si haces trasbordo también la tienes
que validar en una máquina). Tanto en el autobús como en el metro, los niños de a partir de 4 años tienen que pagar.
Lo que os destacaría:
- Visita por las calles del centro de la ciudad:
Ayuntamiento, estación de San Bento (con unos azulejos maravillosos decorando
todo el vestíbulo), y todos los edificios de la zona. También está uno de los
Mc Donald’s más elegantes de todo Europa (el segundo, en elección de este año),
y alguna cafetería con encanto. Esto a modo de anécdota, ya que encontraréis mil sitios mejores para comer que el Mc Donald's, y muy baratos.
- La zona del río, la catedral de la Sé, y las callejuelas
alrededor. Encontraréis más iglesias bonitas (como la de San Lorenzo dos
Grilos), y se os pondrán a punto las piernas con tanta cuesta arriba y cuesta
abajo.
- Visita en barco a los 6 puentes de Oporto. Hay otra visita
en barco que dura 5 horas, se come en el barco y hace unas cuantas paradas,
incluyendo una visita a una de las bodegas del lugar. La visita a los seis puentes consiste en montar
en unos barquitos que hacen un recorrido de 50 minutos mostrando los 6 puentes
de la ciudad y contando su historia, además de comentar otros monumentos. El
precio es de 10 euros cada adulto aproximadamente, y los niños gratis (admiten
carritos de bebés).
- Si queréis ir a la playa, en el metro, se puede ir hasta Matosinhos
Sul, que es la estación de metro (en la zona 3) que lleva hasta la playa más
cercana a Oporto. Allí hay hay varios sitios donde podéis comer el plato del día
con vistas al mar. El agua del mar está helada, pero siempre hay algún pequeñazo
intrépido que se atreve a bañarse.
- Iglesia y Torre de los Clérigos. Podéis subir a la torre y
tener unas magníficas vistas de la ciudad. Muy cerca, en la Rua das Carmelitas,
144 os recomiendo que no dejéis de visitar la Librería Lello e Irmao, donde podéis
tomar un café en el piso de arriba y disfrutar de esa caprichosa arquitectura de
estilo neogótico. Esta librería aparece en las películas de Harry Potter como
biblioteca. No se pueden tomar fotografías en el interior, así que id con los
ojos bien abiertos para disfrutar de todos los detalles.
Cerca de la librería
hay un parque llamado Campo dos Martires da Patria o Jardín
de la Cordoaria. Allí
encontraréis una agradable sorpresa: varios conjuntos maravillosos de
esculturas de Juan Muñoz, escultor español.
- Con niños os recomiendo los Jardines del Palacio de Cristal,
en Rúa Don Manuel II. Encontraréis miradores con vistas espectaculares al
Duero, diversos jardines como el jardín de plantas medicinales, jardín de
rosas, etc.
- Otros sitios que podéis visitar son la moderna Casa da
Musica, proyectada por Rem Koolhaas, o el Jardín Botánico, …
- La otra orilla del Duero está plagada de bodegas que puede tener interés visitar; hay más de 10 bodegas donde podréis conocer la historia de su vino y ver el proceso. Al anochecer esa colina ofrece unas vistas preciosas de la ciudad. Nosotros esta vez no hemos estado allí, pero nos lo han recomendado también.
Por último, deciros que si queréis probar un plato típico de Oporto, la Francesinha es un sandwich que llena muchísimo y
tiene de todo, queso, jamón, salchichas, hamburguesa, salsa.... Sabroso y.... para dos personas!.