En una entrada anterior os proponía hacer un cursillo de esquí con los pequeños en Xanadú, antes de lanzarnos a la sierra. De esta manera, pueden aprender a manejarse con el equipo, con los remontes, aprenden a frenar, bajan pistas sin miedo...
Una amiga ha mandado a sus hijas este año a hacer el cursillo. Los precios con respecto al año pasado han variado, pero si reserváis en grupo (ellos reservaron para 3 niños) os hacen descuento.
Mi amiga me dice, con razón, que es muy difícil detectar a los niños cuando están esquiando, porque van todos con los mismos equipos y se les ve muy pequeñitos de lejos. Así que si les ponéis algún identificador, una cinta, una bufanda, algo vistoso... será más fácil que hagáis la foto a vuestro hijo.
Y otro consejo: para que podáis coger un sitio en la cafetería en un lugar privilegiado, es mejor que reservéis la mesa antes de que empiecen las clases.
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