Un plan interesante para ir con niños puede ser un combinado del Museo Cerralbo y el Templo de Debod. Y para cerrar, un picnic al lado del Templo (con columpios!).
El Museo Cerralbo está situado justo en frente del Templo de Debod, en la calle Ferraz. Se puede ir en autobús (1, 2, 44, 74, C1, C2) o en metro (L3 Plaza de España). Es un palacete en el que vivió el Marqués de Cerralbo, quien, además de ser uno de los fundadores del partido carlista, cuando se cansó de la política se hizo arqueólogo, y financió muchas excavaciones. Fue también un gran coleccionista, de todo tipo de objetos, armaduras, tapices, pintura, espadas, ídolos…Es curioso que el Marqués de Cerralbo se casara con la madre de su mejor amigo, teniendo ella a la hora de casarse más de 50 años (viuda y con dos hijos), y el Marqués, 26 años.
Hay varias salas que pueden tener gracia para los niños: el Salón del Billar, el Salón Oriental, el Salón de Baile, el Comedor de Gala, el Salón de Ídolos… Los niños descubrirán todo tipo de objetos, pudiendo jugar con ellos a ver quién es el primero que encuentra una espada, cuántas armaduras hay, cuántos comensales se pueden sentar a la mesa en el comedor de gala, etc. El museo tiene también un jardincito muy agradable que está abierto cuando hace buen tiempo.
El Templo de Debod fue un regalo del pueblo egipcio a España. En 1960, la construcción de la gran presa de Assuán amenazó el Templo de Debod. La UNESCO pidió ayuda para salvar cualquier monumento arqueológico cerca de la presa. España respondió salvando los templos de Abu Simbel en Namibia, y en 1968, el gobierno egipcio quiso agradecer la colaboración española donándole el Templo de Debod. El templo se desmontó pieza por pieza, y se trajo a Madrid. Está dedicado al dios Amón, y tiene cámaras “secretas” (capillas). En el piso de arriba, hay una maqueta del río Nilo con todos los templos de la zona. También se accede a la terraza.
Se puede construir una atractiva historia de cocodrilos, de faraones, de hipopótamos, de barcos que surcan el Nilo… Se pueden buscar en los relieves animales, o distinguir las cabezas de los dioses…
El horario de visitas los fines de semana es de 10 a 14 horas.
También organizan visitas familiares para niños entre 5 y 12 años, reservando con 10 días de antelación (pinchad aquí para ver toda la información).
Se puede construir una atractiva historia de cocodrilos, de faraones, de hipopótamos, de barcos que surcan el Nilo… Se pueden buscar en los relieves animales, o distinguir las cabezas de los dioses…
El horario de visitas los fines de semana es de 10 a 14 horas.
También organizan visitas familiares para niños entre 5 y 12 años, reservando con 10 días de antelación (pinchad aquí para ver toda la información).
El Templo está en un parque, al lado del Paseo del Pintor Rosales, por lo que después de ambas visitas se puede aprovechar para hacer un picnic!
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